E-Mail de Dios para tu vida

Popayán, Marzo 6 del 2011

Por Andres Garzon Penagos

UN EMAIL DE DIOS PARA TU VIDA

DEBER

Kent conocía cada uno de sus deberes, sus compromisos, sus responsabilidades, era su consigna diaria, sus padres lo habían educado muy bien.

Kent se había caracterizado por ser hombre integro y trabajador, pero en algunos capítulos de su vida había fallado, ese lado oscuro opacaba todo lo bueno que él había hecho. Su imagen estaba por el piso, más en su interior maduraba y aprendía de sus fallas, lo cual le hizo una persona más cuidadosa, más sabia, más prudente y libre de prejuicios.

Kent con el tiempo fue creciendo en cada etapa de su vida, en lo interpersonal, en lo financiero, en lo familiar, en lo ministerial, en lo empresarial y todo fue resultado de tomar la decisión correcta de nunca jamás dejarse llevar por ese lado oscuro, aunque le costara la vida misma.

Kent pensaba en voz alta, es mi “deber” perseverar hasta el final, es mi responsabilidad mantenerme hasta llegar a la meta, es el legado de mis padres y no lo cambiaré por nada.

En efecto Kent recuperó la confianza en sí mismo y de sus allegados, pero lo más importante nunca dejó de cumplir con sus deberes, la palabra deber no solo estaba inscrita en su corazón, sus hechos hablan por él.

Posdata: el deber o responsabilidad no es una carga o una maldición, es una bendición, porque cuando cumplimos con nuestro deber somos verdaderamente libres.

1 de Timoteo Cap. 3 y 5.

Todos los derechos de autor reservados.